¿Por qué el drama se acerca a la comedia?
En el universo de las artes escénicas y audiovisuales, una pregunta ha cobrado especial relevancia entre quienes le contamos a los futuros espectadores acerca de las obras teatrales: ¿Por qué el drama se acerca a la comedia?
No muchos lo tienen «así de conceptualmente claro» como para preguntarlo, porque hoy es una tendencia, y lejos de ser una simple moda, responde a razones creativas, emocionales y estratégicas que tocan la esencia misma del arte narrativo que luego se «pasea» por el cuento, la novela, el cine y sobre todo por el teatro de formas impactantes.
Para quienes disfrutan de los dramas familiares, de pareja o con enfoque social —como los que presentaremos en junio en Artes Unidas, en el marco del mes del orgullo— esta reflexión abre un nuevo entendimiento sobre cómo se construyen las historias que nos conmueven.
Cuando el drama se acerca a la comedia, nace una conexión más humana.
Evaluaremos diversos entendimientos sobre la pregunta que nos toca resolver hoy para beneficio de quienes leen el Blog de ArtesUnidas.com
La búsqueda de la verdad se nutre cuando el drama se acerca a la comedia
Muchos artistas y guionistas reconocen que el drama se acerca a la comedia como una forma de contar verdades más profundas. Ambos géneros, en apariencia opuestos, parten de una misma raíz: la experiencia humana. Así como el dolor nos conecta con los demás porque podemos sentirnos identificados o proyectados (un efecto psicológico muy humano), también lo hace la risa. Las historias que logran entrelazar momentos intensos con situaciones ligeras ofrecen una representación más realista de la vida.
Razones creativas: un equilibrio emocional necesario.
Contar una historia dramática sin permitir al público una pausa emocional puede resultar agotador. Es por eso que muchos creadores incorporan toques de humor, no como una concesión, sino como una herramienta artística. Este equilibrio ofrece dinamismo, humanidad y realismo. En la vida real, las situaciones más difíciles suelen venir acompañadas de ironías o gestos que nos hacen reír, incluso en medio del dolor. De ahí que el drama se acerca a la comedia para mantener el alma del relato viva y resonante.
Estrategia de guion: el efecto “imán” para la audiencia
Desde el punto de vista narrativo, el humor cumple una función de atracción. Un drama que contiene momentos cómicos tiene más posibilidades de mantener el interés del espectador. En especial, en tramas de pareja o familiares, el público necesita sentir cercanía con los personajes, y la comedia ayuda a generar esa empatía. En ese sentido, cuando el drama se acerca a la comedia, lo hace para conservar al espectador comprometido con la historia y sus emociones.
Dos ejemplos de este caso son:
- Herederos. Un drama familiar donde su dramaturgo, Paco Varela coloca escenas divertidas y comentarios pequeños llenos de humor, en medio de un drama bastante «jodido» y por ello obtiene un excelente resultado. Los espectadores salen en «shock positivo» como si dijesen: ¡Wow! ¡Qué tal historia! ¡pero felizmente no es la mía!
- La Crisis de los 3 años. Donde Gianfranco Mejía aborda un tipo de crisis de pareja que puede llegar a ser muy destructiva (como se aprecia en la obra) pero utiliza el humor para crear esperanza. Todas las parejas salen dispuestas a enfrentar sus propios retos, luego de la función, llenos de sentimientos de mucha intención por buscar la empatía hacia el otro.

Cuidar al público: evitar la saturación emocional
Los creadores de contenidos sociales, como los que presentaremos en junio por el mes del orgullo y la comunidad LGTBQ+, comprenden que no es efectivo llevar al espectador a un estado constante de tensión emocional, dolor o sufrimiento.
El drama necesita pausas, momentos de luz o ligereza que permitan respirar antes de seguir profundizando en los conflictos y los temas que necesitan ser observados por la sociedad. El drama se acerca a la comedia también como un acto de consideración hacia el público, permitiéndole transitar emociones complejas de manera más segura y sostenible.
Es el caso de las siguientes obras:
- Fragilidad Masculina donde su dramaturgo, Luisito Fernández, toma en cuenta un tema de fondo «el derecho del hombre de expresarse sin las presiones y definiciones que la sociedad le impone». Algo que sin duda puede presionar a muchos.
- (VIH)SIBLE que ya es considerada como una «Obra – Proyecto Social de Impacto» donde su director y dramaturgo Víctor Lucana, se enfoca en cómo el VIH es abordado en el Perú, buscando el cambio social hacia un espacio de mayor empatía.
Tres referentes del drama con sensibilidad hacia la comedia
Pedro Almodóvar
Este cineasta español ha convertido en arte la combinación de drama humano con humor excéntrico. En sus historias sobre identidad, familia y sexualidad, la comedia emerge de lo cotidiano y amplifica la fuerza emocional de sus tramas.
Shonda Rhimes
Con series como Grey’s Anatomy o Scandal, Rhimes ha demostrado que el drama médico o político puede convivir con momentos de humor ingenioso, generando personajes tridimensionales y tramas adictivas que no sobrecargan emocionalmente.
Xavier Dolan
Director canadiense, Dolan mezcla el drama íntimo con recursos visuales y narrativos que muchas veces rozan lo absurdo, mostrando que el dolor profundo y la risa desesperada a menudo son parte del mismo impulso emocional.
Importantes conclusiones que surgen cuando el drama se acerca a la comedia
- La tendencia creciente donde el drama se acerca a la comedia no es una pérdida de profundidad, sino una expansión de posibilidades expresivas.
- Para los amantes del arte comprometido, como los que forman parte de la comunidad de Artes Unidas, este enfoque representa una nueva manera de explorar lo humano: con toda su complejidad, contradicción y belleza.
- Porque en la vida, como en el teatro, a veces hay que reír para poder llorar mejor.
- Los Dramaturgos mencionados son una parte de aquellos creativos que nos han enseñado de cerca cómo utilizarlo.
Escrito por: Sergio González. Director ArtesUnidas.com – 19/05/2025