Preguntas al espejo
Debí haberme preguntado otra cosa y reparar otro momento de duda, otro cauce sin sed, otra manera de ser.
Desencajar la cerradura, dejar de derribar la pared, tenía que llegar tarde todo el tiempo, y con un reloj desmembrado, habría bastado para solucionarlo.
Debí volver cuando pude apretar el botón de colores, evitar soñar despierto y dejar ese código de pecé tirado sobre el suelo.
Debí mirar por dentro sin correr veloz para alcanzarme en el siguiente bus.
Ha sido tanto el retroceso que viví mil vidas en tanto inicié el descontento.
Habría sido más simple, pinchar mi propio globo -a riesgo de no entenderte- cuando en el espejo se refleje, la mirada de mi vieja mente y se ahoguen mil caricias que nunca pude haber dado, junto a cientos de esquinas tampoco registradas, por debajo de mis zapatos.
Debí quebrarlo todo esta vez, y las anteriores, más me quedé dormido en las escaleras, pensé que la pasión de cada mirada me acercaría, confundido pensé que eras tú, mientras tu canción alegre, sonaba todo el tiempo, en un lugar distinto.
Ahora me veo al espejo, te veo en mí, pero no estás aquí y solo las preguntas quedan en silencio sin luz, sin tiempo.
«Preguntas al espejo»
- Escrito por: Sergio González Marín
- 15/04/2023 – 12:05 am