La Decisión final y la necesidad de afrontar quiénes somos

22/08/201929/08/2019 artesunidas 0 comentarios

La Decisión final, es una obra de teatro ágil, directa, controversial, sentida, emocionante, divertida y muy fluida, que aborda lo que hoy en día se conoce como "salir del closet".

Está escrita y dirigida por Gianfranco Mejía, Director de Mever Producciones, nos ofrece un guión muy interesante, donde el miedo por abrirse al mundo, forma parte de un triángulo amoroso, marcado por el pánico al "qué dirán" y sobre todo el temor a aceptarse tal como se es.

En escena veremos una historia protagonizada por dos amigos y la novia de uno de ellos, una novia ingenua, pero también dominada por dudas, enojos y muchas preocupaciones debido a lo que le va ocurriendo y no puede entender.

Algo con respecto de esta obra es cierto, nada de lo que se diga de ella, le hará justicia ni te dirá con exactitud, qué se vive, se siente y experimenta al verla, así que de todas formas tendrás que ir a verla para no quedarte con la miel en los labios.

Asistir a La Decisión final, te enfrenta a una excelente nivel de desempeño actoral: convincente y útil para vincularte con una historia que al principio, puede ser difícil de asimilar, pero que termina conmoviéndote.

Difícil por que no sabes finalmente, de lado de que sentimiento estar:

¿De quien siente una enorme presión por no poder ser quien siente ser?
¿A favor de la frustración de no puede avanzar en una relación de pareja?
¿O conmovido por la lucha permanente de quien quiere gritar su amor y el mundo al parecer se opone?

Es una de aquellas obras, que te conecta desde el principio y te va dando razones para quebrar los estereotipos, las formas rígidas de pensar y sobre todo y absolutamente, te redefine el concepto del amor.

Muy apreciada la actuación de Renzo y Jeffrie, tanto como la cautivante y profesional ingenuidad de Gabriela, en el rol de Camila.

Durante toda la obra, no sabes en qué momento caerá el "baldazo de agua fría" hasta que este llega y wow: ¡Tienes que verlo! ¡Tienes que ver cómo se dan las cosas pues aún sentado allí no sabrás cuándo ocurrirá!

Así que tanto por su nivel de actuación, el guión, las escenas tensas y dramáticas que tiene, como por sus momentos hilarantes, dobles sentidos y todo aquello que evita que quieras perder un segundo de atención, es que recomendamos totalmente disfrutar esta genial obra de Gianfranco Mejía.

Camila, es una chica joven, entusiasta, pero al mismo tiempo ingenua, sin embargo - gracias a Gabriela Pérez-León- Camila se impone con un carácter firme, desde los reclamos a una relación que se le va de las manos.

Mientras todos lo vemos y lo sentimos en el teatro, Camila explota de una forma que nos encantó, y agradecemos, en el marco de un desempeño muy bien logrado.

¿Qué haría una mujer en esta situación de quiebre emocional cuando una relación se va extinguiendo sin poder hacer nada?

¿Cómo proceder ante los cambios de humor de los "Pablos" que siguen allí, ocultándose durante meses?

Es muy interesante ver como la puesta en escena de este personaje, convive entre dos o tres posibilidades hasta que la misma historia ofrece el desenlace.

Quienes vamos a disfrutar el teatro como una construcción artística, detectaremos el trabajo de una Dirección que sabe qué es lo que se necesita comunicar a las personas que ven la obra, algo que se aprecia en cada uno de los actores.

Si se trata de abrir la mente a la igualdad, la forma como el guión y la puesta en escena se combinan, utilizando el humor, la tensión y el doble sentido, para que cada personaje viva su propia historia, es muy aleccionadora.

Ver esta obra, que está anotada para verse desde los 12 años, es sin duda, la mejor decisión por tomar en el teatro limeño dedicado al tema del amor homosexual, y a lo duro que significa para las personas"salir del closet" dadas las condiciones que nuestra sociedad impone.