¿Los actores nacen o se hacen?
¿Los actores nacen o se hacen? es una de las preguntas más recurrentes en el mundo del cine, tv y por supuesto en el teatro. Y aunque el actor o la actriz, son artistas también del mundo multimedia, lo pueden ser prestando su voz, o tan solo su imagen para un elemento estático, la pregunta tiene mucho interés por justificar, encontrar, entender o deslindar si es necesaria la formación académica formal, el entrenamiento consistente, o simplemente el don.
¿Los actores nacen o se hacen?
Para determinar si los actores nacen o se hacen, reflexionamos en este aporte de nuestro blog, sobre cada una de las fuentes que los explican:
- Por puro estímulo fuente.
- En la intimidad y deseo de actuar.
- En la lectura del guión, la investigación y construcción del personaje.
- Gracias a las indicaciones del Director.
- En los momentos colectivos de la construcción de cada escena.
- Ensayo tras ensayo.
- En el estreno y las funciones.
Antecedentes reflexivos
Luego de tantas entrevistas y a la vista de tantos perfiles, no es fácil determinar si los actores nacen o se hacen, de forma tajante, inclinándome hacia uno u otro lado de la pregunta. Esto debido a que muchas veces he encontrado el talento que impacta, conmueve y traslada cada palabra del guionista, sin que se note el trabajo del Director, según el medio observado, y esa «verdad» demuestra que estamos frente a una actriz o un actor.
Luego, al preguntarle, hemos encontrado personas con o sin formación, con largo recorrido o con experiencia muy reciente, y finalmente, en ascenso, al margen de lo académico. ¿Los actores nacen o se hacen? ¡Vamos a ello!
Por puro estímulo fuente
Pues existen artistas de la escena, que nacen inspirándose en sus actores o actrices favoritos, cuando sus padres les llevaron al cine o al teatro, porque tuvieron que interpretar un clásico, en el colegio, cuando pequeños, o porque se cruzaron con un actor en un espacio cotidiano y la impresión fue magnífica.
Estos son testimonios que he recibido de personas que decidieron por la actuación y que, con talento innato o formación, salieron adelante en el mundo de las tablas actorales, por ejemplo. Si bien existe una motivación que puede ser fuerte, en esta etapa inicial inspirada, aún no podemos responder a la pregunta acerca de si los actores nacen o se hacen.
En la intimidad y el puro deseo de actuar.
Actuar es algo que requiere trabajo de largo aliente, sin embargo, existen personas que alcanzan interpretaciones muy interesantes con el poder de la intención, alejando de sí mismos, cualquier tipo de bloqueos, basados sobre todo en la comparación que uno puede hacer con actores en trayectoria. Aquí evidentemente, nacen los actores, pero para que se sostengan, necesitan transformar ese deseo en un quehacer profesional.
En la lectura del guión, la investigación y la construcción del personaje.
Si existe un momento para que el personaje tome la batuta del trabajo actoral, luego de una primera e íntima lectura del guión, es aquel en el cual, los actores investigan, interiorizan, se hacen preguntas y resuelven dudas alrededor del dibujo que ha hecho el dramaturgo, respecto del personaje.
Sabemos, por la herencia rusa del teatro, representada en la libertad que propuso Konstantín Stanislavski, para interpretar el texto, un sinfín de herramientas y técnicas para lograr construir esta interpretación, pero es el actor o actriz, quien lleva a ese escenario de construcción, sus aportes previos y desde allí, no sólo nace, fundamentalmente, se hace en mayor medida.
Gracias a las indicaciones del Director
En muchos de los trabajos que como personas realizamos en el mundo, existe un antes y después, en nuestro desempeño, cuando nos brindan instrucciones, capacitación, entrenamiento y guía. Esa persona que está a nuestro lado evaluando con empatía, realizando correcciones constructivas, alentando la independencia, ayudándonos a vencer el miedo y permitiéndonos construir confianza, es el Director, en el caso de las artes de la interpretación.
Así como el texto es el marco para la construcción de la atmósfera creativa relacionada al personaje, el Director es el guía constructivo de un actor o de una actriz, al ayudarle a ver detalles sobre su desempeño en relación al guión.
En este sentido, muchos actores nacen con algunos directores, como otros, se bloquean. Desde aquí podemos decir que no todos los Directores son tan fluidos como la descripción que positiva que aquí aporto, pero de igual modo, estoy seguro porque lo he visto, que ayudan en el proceso constructivo de los actores.
Sabemos que la interrelación humana crea conductas en cada persona, un ejemplo de ello es el efecto pigmalión, que, llevado al teatro, puede ser el creador de grandes artistas o de grandes fracasos también.
En los momentos colectivos de la construcción de cada escena
Como Directores, debemos estar dispuestos a que los actores, como un colectivo vivo, durante los ensayos e inclusive durante la obra, vayan más allá del Director y sus indicaciones o descubrimientos unilaterales o grupales, ejecutados durante esos espacios de ensayo, tan útiles para hacerse actor.
Cuando un elenco se inspira y fluye, está construyendo capacidades actorales muy especiales. Y aunque he conocido actores y actrices que se apegan demasiado a la acción estricta y cercana con el guión, para fluir (con el riesgo de errores que ello implica), la improvisación, la autoconfianza y la confianza, entrenadas por el Director, son la materia prima para el nacimiento del Actor o de la Actriz, en «modo colectivo» y verlo, es ver magia en vivo.
Ensayo tras ensayo
Confieso que me gustaría ver los ensayos de las obras que visito porque cuando he podido hacerlo (poquísimas veces) u observar los ensayos de las escenas de mis propias obras, noto cómo las personas se van construyendo así mismas como actores. Recuerdo siempre ese aprendizaje transgresor (en lo íntimo y desde mi propia experiencia) acerca de que el cuerpo tiene memoria y lo utilizo mucho para que este desarrollo del perfil de cada actor o actriz, no se tedioso.
Cuando los ensayos incluyen – que es importe- ese calentamiento corporal, y una expresión sin voz, de la escena, el cuerpo nos ayuda con esa cuota científica que nos aporta como humanos y que utilizamos muchísimo para entender si los actores nacen o se hacen.
En el estreno y las funciones
En las decisiones del actor en plena escena, y en general, de todo el elenco, se plasman emociones indescriptibles. Hay quienes liberan el estrés al máximo porque el ensayo se convirtió en un reto sin compañeros observando, sin tu Director y sin el guión para salvarte de vez en cuando (algo que aprendemos a dejar temprano).
El estreno tiene su vivencia particular, es cierto, la energía puede estar a tope y hacerse actor, quizá podría significar, vivir esa energía puesta tras puesta, como si se tratase de un estreno.
¿Quién si no el personaje, para convocar tanto esfuerzo creativo, comprensión previa, integración, emoción y compromiso en un actor o actriz? ¿Qué si no las funciones mismas para justificar la construir del personaje, el reto de retos, en la construcción propia del actor?
¿Dónde nace el actor? ¿Dónde se hace? Le dejo al lector, la última palabra.
¿Los actores nacen o se hacen?
Escrito por:
Sergio González Marín.
Director y Cronista de Artes Unidas
10.06.2022
